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Cuida de Él..

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  Hoy que tu nombre resuena en todas las casas salesianas, permíteme que por mis labios sólo haya una plegaria, un ruego, una petición…  la de cuidar de mi niño.   Ya sabes cómo se llama. Y cómo te nombra. Y cómo va creciendo a la sombra de tu sonrisa.   Ya sabes cómo corretea por tu capilla. Y cómo te reza por las noches. Y lo orgulloso que se siente de su colegio, de sus compañeros, de su profesora.   Ya sabes de  Él  todo lo que tienes que saber. Y si no lo sabes, yo te lo cuento.   Jesús  es un niño con una mirada que te traspasa el alma. Es la inocencia de los juegos. Es el salto mortal durante la tarde.   Su mundo va creciendo y conformándose en torno a superhéroes, coches y tambores de Semana Santa.   Y no hay mejor regalo que verlo despertar cuando duermo a su lado. O ver cómo me quita la merienda. O ver cómo se esconde tras una cortina.   Me gusta cuando me enseña sus heridas de guerra, razón de que está viviendo lo que tiene que vivir un  trasto  de 3 años.     Me gusta que m

Cuando Tú eres el regalo..

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Pequeño Capitán, déjame que te escriba estas palabras el día que cumples 2 añitos para que sepas que en este tiempo… Tú has marcado los tiempos.. Tú escribes y reescribes la palabra felicidad cuando sonríes.. Tú sigues siendo el faro que ilumina mis días..   Pequeño Capitán.. 2 añitos desde que te sostuve entre mis brazos por primera vez.   2 añitos rescatándome a diario, con un beso, un abrazo, o una lagrima muda. 2 añitos caminando a mi lado, marcándome el camino. Pequeño Capitán.. Qué fácil resulta la vida cuando  Tú  eres el regalo. Felicidades mi enano… Te Quiero……      

Pequeño Capitán..

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  Hoy  mi hijo Jesús  cumple su primer año de vida.    Un año justo desde que le vi la carita, lo escuché llorar por primera vez para agarrarse a la vida y un año se cumple ya de la foto de mi perfil donde -entre lágrimas- le susurré el trocito de un pasodoble de  Carnaval.   Doce meses, con sus doce lunas jalando él de mí, salvándome cada atardecer sin apenas hablar, sólo con sus manitas, sólo con sus enormes ojos y sólo con su sonora sonrisa que es el eco que detienen mis pasos para poder respirar.   He disfrutado y disfruto de él.  He crecido y crezco junto a él.  He vuelto a sentir al  Peter Pan  que llevo dentro junto a él.    Y ahora que has soplado la velita de tu primera tarta, déjame que te arrope los sueños para decirte que jamás me iré de tu lado. Pequeño Capitán , tengo que enseñarte a golpear a una pelota, a hacer izquierdos en la orilla de la playa, a ver a Dios en los reflejos de una  candelería  encendida.   Pequeño Capitán , tengo que enseñarte a escribir lo que tu cor

El mundo..

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  Mientras observo en silencio cómo mi hijo juega con sus juguetes, le doy vueltas al  mundo  que entre todos le estamos dejando en herencia. Un mundo podrido por la  envidia ,  conformista  en un alto porcentaje, carente de  autocrítica . Un mundo donde  los políticos dan asco ; ya no tengo fuerzas para seguir escribiendo sobre nuestros dirigentes, esos que nos roban, nos estafan, nos manipulan… a ver si cuando vuelvan de sus merecidas vacaciones, sus señorías se avergüenzan  un poquito  de su profesión. O que no vuelvan. Un mundo donde la sociedad se  ríe  de los muertos; donde se está mas pendiente de los  cuernos  que el torero le ha puesto a Paloma Cueva; donde muchos se pasan por  el arco del triunfo  todas las recomendaciones sanitarias y sociales; ya nos reiremos cuando vuelvan a confinarnos y salgamos como borregos a aplaudir a las ocho. Alguien me dijo una vez que mi visión de las cosas era muy negativa. En ese momento no lo entendí, y le contesté que así era como veía las co

Siete meses..

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  Esa manita que ustedes ven ahí protegiendo a mis callados dedos cumple hoy siete meses.    Siete reflejos de luna. Siete lunes con ecos de parto. Siete caricias de vida…   E incontables sonrisas -unas setenta mil- dibujadas sobre la orilla de su inocente y risueña mirada.   Esa manita que aquí les comparto es la de mi niño. Mi pequeño capitán. Mi salvavidas eterno.    Todo el que me conoce sabe de él… y él sabe de todo aquel que me pregunta por sus primeras huellas; cada uno recibe aquello que no tiene problemas en dar.   El destino me lo envolvió en un papel de regalo hilvanado con su llanto, ese que se calmó con una copla de carnaval y que a día de hoy los dos tatareamos… él para conciliar el sueño… yo para soñar con sus tarareos.   Desde que vino al mundo, me siento en un segundo plano. Justo entre las bambalinas del teatro que lleva su nombre. Y la función que me brinda cada noche es maravillosa. A pesar de estar en una continua duermevela.   Cuando nadie me ve, lo busco para pel

Jesús Espinosa González..

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  ¡¡Hola!! Me llamo  Jesús Espinosa González , y le he quitado a mi papá su portátil para escribir con mis deditos de recién nacido el artículo de esta semana. Ya sé que soy aún muy pequeño y que acabo de llegar al mundo, pero como es de bien nacido ser agradecido, permítanme que desde estas líneas pueda daros las gracias.  En primer lugar, a todas las personas que asistieron a mi parto: gracias. Fue algo mágico sentirse arropado por un equipo de profesionales excepcionales y de una calidad humana inigualable; en especial a  Paloma Mata , por estar cerquita de mamá y no dejarla sola ni un segundo. A todas las personas que trabajan en la planta de maternidad: gracias. Vuestros corazones son la mejor envoltura para calmar nuestros primeros llantos y nuestros inesperados miedos. A todas las personas que felicitaron a mis papis cuando vieron mi primera foto: gracias. Me consta que se sintieron desbordados ante tantas muestras de cariño, que sintieron el arropo y la cercanía de centenares d

Juntar letras..

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  Mi sueño de pequeño fue el de contar historias, relatos o sucesos que despertaran la curiosidad de los que me rodeaban,  pero el destino tuvo otros planes para mis huellas.    Vivido el tiempo, pude acariciar esa quimera infantil con un micrófono en la mano y una cámara delante de mis miedos, pero aquellos días ya pasaron al olvido y mi maestro se salió con la suya cuando le confesó a sus adeptos aquello de  “el Alberto no sirve para esto…”.   Pero para saldar esa deuda que tenía conmigo mismo me quedaba el escribir negro sobre blanco, con la única y reparadora intención de apaciguar mi mirada.    Y así, juntando palabras he dicho lo que he pensado política, social y moralmente, firmando mis pensamientos y mis rabias con nombre y apellidos, y dejando claro dónde y cómo pueden encontrarme.     Y así, he tenido la suerte de desnudar mi alma ante la  Amargura , las  Angustias  o la  Macarena …, sin tener ni padrino ni mentor, y he sido tremendamente feliz tallando esos suspiros, aunque